domingo, julio 03, 2005

Ya casi no me acuerdo

pero lo conocí con su ambiciosa necedad

de trastocarlo todo

de transformarse en todo

destruirse

Bastaba su ternura -inocente mirada

de ácido nítrico sobre placa de cobre-

Por eso mi corazón, lata oxidada

está tan carcomido (se ve rete bonito

como un cuadro de Tapies y además

todavía sirve).

Oigame usted apenas lo recuerdo

como si nuestras escenas en la alcoba

hubieran sido un delicadísimo grabado

al aguatinta.




(de
En boca de otro, editorial Xilote, junio 1996)

No hay comentarios.: