domingo, julio 03, 2005

I

Traes el recuerdo de la luz

a mis ojos cerrados.

Por un túnel de nubes

llevas mi pudor desnudo

hasta la última estación

de la cordura.

Haces de mi cuerpo

un infinito acariciable

y eres la sombra de mis sueños.

Yo soy la que te ve volar

y la que vuela...

cuando me dices Sí.

II

Huelo todo el sudor

amarillo del averno

Me siento al filo del azar

y pienso:

¡qué poco de verdad

tiene la vida! . . .

cuando me dices No.





(de
En boca de otro, editorial Xilote, junio 1996)

2 comentarios:

ángel dijo...

hermoso poema

Unknown dijo...

gracias, señor