Intoxicaron nuestros oídos voces de plomo
Rentaron las entrañas de la historia;
ya no quedan estrellas para cambiarlas por espejos.
En la inteligencia de cada ser humano
encerraron una bestia sin cascos
y el pensamiento quedó más destrozado
que el suelo después de un jaripeo.
Todo para que ellos cuatro
pudieran pasearse por el planeta
como Juan por su casa.
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