viernes, junio 17, 2005

Un verso se atora en mi garganta

negro y sin azúcar.

Soy la ternura sofocándose,

sobre mi letargo una plaga zzzzzumba

revolotea

pone huevos y se multiplica.

Trago saliva.

Pongo el espejo contra la pared

no me reconozco.

Adentro de mi cabeza los muebles

están cubiertos con sábanas

Trozos de hielo desnudo

ponen carne de gallina a mi corazón,

a duras penas tapo mis vergüenzas

con pequeños versos de torpes puntadas.

Tengo frío.

La oscuridad pregunta: ¿Quién vive?

No contesto.




(de
En boca de otro, editorial Xilote, junio 1996)

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