Un verso se atora en mi garganta
negro y sin azúcar.
Soy la ternura sofocándose,
sobre mi letargo una plaga zzzzzumba
revolotea
pone huevos y se multiplica.
Trago saliva.
Pongo el espejo contra la pared
no me reconozco.
Adentro de mi cabeza los muebles
están cubiertos con sábanas
Trozos de hielo desnudo
ponen carne de gallina a mi corazón,
a duras penas tapo mis vergüenzas
con pequeños versos de torpes puntadas.
Tengo frío.
La oscuridad pregunta: ¿Quién vive?
No contesto.
(de En boca de otro, editorial Xilote, junio 1996)
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