El mar resulta profundamente serio
fíjate cómo sostiene la mirada.
Los monstruos caminan sus misterios
con indiferencia;
en sus desiertos pasean fantasmas
perseguidos por cangrejos.
Al fondo las cavernas guardan
multitud de sueños mimados por el mar,
sobre su lomo juguetea un cardumen de ángeles
y cuando Dios duda su existencia
le pregunta al mar.
Quién sabe qué le responda.
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